El cambio climático compete a todos.
Es un hecho y sus repercusiones se hacen cada vez más evidentes alrededor del mundo.
Los desastres naturales son solamente la careta principal, pero va más allá. Muchas personas han perdido su hogar, han tenido que cambiar completamente de vida, por la escasez de agua y alimento.
La migración y la sobrepoblación deriva en más y más consecuencias sociales como el desempleo y delincuencia.
Ante todo, esto, grandes organizaciones a nivel mundial han unido esfuerzos para promover acciones que ayuden a disminuir el golpe que la contaminación ha generado en el medio ambiente.
Estas son algunas recomendaciones para combatir el cambio climático.
Reduce Emisiones:
Reduce las emisiones de CO2 emitidas en la atmósfera, es el principal factor del cambio climático. Utiliza menos el coche; opta por la bicicleta o el trasporte público.
Ahorra Energía:
Fíjate en las etiquetas de los electrodomésticos, y no los dejes nunca en stand by.
Ajusta siempre el termostato, tanto para la calefacción como para el aire acondicionado.
Cuidando un poco el uso de los electrodomésticos en casa, podremos ahorrar energía.
Las 3 “R”:
- Reduce, consume menos y de manera eficiente.
- Reutiliza, saca provecho a aquello que ya no usas, dónalo y conseguirás reducir el consumo.
- Recicla, envases, plásticos, bolsas. Se pueden ahorrar más de 730 kilos de CO2 sólo con reciclar la mitad de la basura del hogar.
Dieta baja en carbono
Una dieta baja en carbono supone consumir de manera más inteligente:
– Reduce el consumo de carnes (la ganadería es uno de los mayores contaminantes de la atmósfera) y aumenta el de frutas, verduras y hortalizas.
– Consume también productos de temporada, para evitar otros modos de producción menos sostenibles.
– Intenta consumir más productos bio, ya que en su producción se usan menos pesticidas y otros químicos.
– Evita todo lo que puedas los embalajes excesivos y los alimentos procesados.
Planta un árbol
Será el principal aliado para combatir al CO2.
Reutilización de las aguas residuales.
Los recursos hídricos no convencionales, como aguas residuales tratadas y reguladas, pueden utilizarse para el riego y en los ámbitos industrial y municipal.
Captación del agua de lluvia.
La recogida del agua de lluvia es particularmente útil en aquellas regiones con una distribución desigual de las precipitaciones para potenciar la resiliencia ante las crisis y velar por el abastecimiento de agua en períodos de sequía.
Puedes encontrar tanques o cisternas de polietileno ideales para almacenamiento seguro y equipamiento de sistemas de captación pluvial.
Además, vienen equipados con dispositivo de medición y monitoreo de llenado wifi, que te permitirán evitar desabastos y fugas.
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Siguiendo recomendaciones como estas aportarás de manera importante. Recuerda que todos somos parte del cambio y no podemos dejar pasar más tiempo.