Después de China; México se encuentra en el segundo lugar de una lista que no es muy decorosa que digamos, como el segundo productor de aguas residuales; pero el problema no es este, es que a su vez también es uno de los países que más utiliza dichas aguas en bruto para el riego.
Pese a que sabemos que las aguas residuales contienen patógenos no controlados, metales pesados, residuos de productos de aseo personal y doméstico, derivados de combustibles, disolventes industriales y plaguicidas, entre otros.
Para la UNAM las medidas gubernamentales deben enfocarse con prioridad en verificar el correcto funcionamiento de las plantas de tratamiento. En nuestro país sólo 57 por ciento de las aguas residuales municipales colectadas son tratadas; 54 por ciento de las plantas menores a 100 litros por segundo funcionan, y 25 por ciento lo hacen de manera adecuada.
En consecuencia, más del 50 por ciento de las plantas de tratamiento municipales en México presentan un mal funcionamiento.
Las iniciativas proponen sobre todo aumentar la cantidad de plantas de tratamiento cerca de los puntos que las generan. Así como integrar distritos de rehúso urbanos, industriales y agrícolas buscando acercar la fuente de agua tratada a los usuarios.
Entre las consecuencias de la desconfianza que genera que el agua no tenga un correcto tratamiento está el que México está en la lista de los mayores consumidores de agua embotellada, que a su vez genera mayor contaminación.
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