El cambio climático es el mal de nuestro tiempo. Es sin lugar a dudas la mayor amenaza que afecta a la humanidad y en ocasiones desespera la falta de atención e iniciativas que se hacen al respecto.
Sus consecuencias parecen llamadas de atención que decidimos ignorar.
Las repercusiones han derivado en la extinción de la flora y fauna, desastres naturales, desabasto de alimento y agua; así como enfermedades.
Como cada año el 22 de marzo se conmemora el día del agua y en 2020 se busca conscientizar con respecto al impacto que ha tenido el cambio climático en el planeta.
El consumo, extracción y gestión de los recursos hídricos están directamente relacionados con las emisiones de carbono.
El problema.
El efecto invernadero que ocasiona nuestra dependencia a combustibles fósiles ha generado cambios impactantes:
- La temperatura media mundial ha aumentado ya 1,1°C desde la época preindustrial.
- El período 2015-2019, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), fue probablemente el quinquenio más cálido jamás registrado.
- La tasa de subida del nivel del mar ha ascendido a 5 mm al año en el quinquenio 2014 -2019.
Pero también ha tenido repercusiones económicas y sociales que creciendo:
- Daños en las cosechas y en la producción alimentaria.
- Las sequías.
- Los riesgos en la salud.
- Los fenómenos meteorológicos extremos, como danas, tormentas y huracanes.
- Mega-incendios.
El cambio climático es un problema global que alcanza una perspectiva ambiental, política, económica y social en la que las peores previsiones también implican enormes pérdidas económicas; ya que entre más tardemos en actuar para contrarrestarlo, las inversiones para solucionar los daños serán mayores e incluso pueden llegar a ser irreversibles las consecuencias.
Soluciones.
La lucha contra el cambio climático empieza desde casa, incorporando labores como el reciclaje y el ahorro de energía y agua.
Pequeñas acciones que hacen grandes cambios.
La participación constante de gobiernos y las comunidades con iniciativas preventivas, de ahorro y de alerta temprana, pueden prevenir el riesgo de crecidas y sequía, eso significa que todos somos responsables y parte del cambio.
El uso de agua de lluvia y el tratamiento de aguas residuales para evitar la contaminación de mantos freáticos.
En la industria, la aplicación de energías renovables. La revolución energética; un sistema energético y 100% renovable basado en el ahorro y la eficiencia. La generación de menos efectos contaminantes, la distribución correcta de sus residuos en las fábricas.
El aprovechamiento al máximo de recursos, como el agua y las materias primas.
Que cada proceso efectuado esté monitoreado bajo los estándares demandados por las asociaciones internacionales en pro de la conservación del medio ambiente.
Suena difícil, pero la intención es que no se quede en pensamientos.
Debido al cambio climático ha variado el ciclo del agua, los recursos hídricos y su calidad han mermado de gran manera y eso simboliza una amenaza al desarrollo sostenible de todo el mundo
Si no se genera un cambio ahora, puede que mañana o pasado no haya marcha atrás, no esperemos el arrepentimiento cuando podemos prevenirlo.
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