¿Cómo darle el mejor mantenimiento a tu alberca?

Estamos en esa época del año en la que se antoja en más de una ocasión un buen chapuzón, acompañado de amigos, comida y bebidas para pasar un excelente rato. Estas experiencias por lo general se centran en la alberca y el gran tiempo de esparcimiento que se puede tener en ella, sin embargo, es prudente recordar que como todo contenedor con una gran cantidad de agua expuesta a la intemperie, es necesario tener ciertos cuidados para evitar enfermedades y así disfrutar al máximo la experiencia.

Te compartimos estos útiles tips para darle el mejor mantenimiento a tu alberca y así asegurar su calidad:

  1. Primero que nada, consigue equipo de limpieza de primer nivel.

Limpiar la superficie de tu alberca en su totalidad puede ser un proceso largo, en el que quizá prefieras invertir contratando un servicio de limpieza. De ser así, asegúrate de contratar personal capacitado y con garantía de calidad en su trabajo, ya que de lo contrario tu alberca puede quedar con rastros de alga, bacterias y muchas otras cosas desagradables.

  1. Usa algicidas periódicamente

Como en todo cuerpo acuático, la exposición a ciertos factores ambientales propicia la aparición de algas en tu alberca, mismas que suelen ser resistentes al cloro, por lo que deberás usar estos agentes para retirarlas y preservar la calidad del agua.

  1. Mantén controlado el ph de la alberca

Recordemos que si el ph del agua se altera de manera considerable, su acidez y alcalinidad también lo hacen, lo que provocará irritaciones en ojos y piel, desgaste del recubrimiento de la alberca, corrosión en metales y claro, facilitará la propagación de bacterias. Por esto, es importante que mantengas el nivel de ph de tu alberca entre 7.2 y 7.6 ppm (considerando que 7 es su nivel neutro), lo que lograrás usando productos diseñados para subir o bajar el nivel de ph.

  1. Monitorea el nivel de cloro por lo menos 3 veces por semana.

El cloro es el agente encargado de erradicar microorganismos, cosméticos, bloqueadores, sudor y otros elementos que contaminan el agua, sin embargo para que funcione debe estar en un nivel correcto, ya que de lo contrario o no tendrá efecto o provocará irritaciones al tener contacto con el agua. El nivel a usar varía según el tamaño de la alberca, aspecto que tendrás que conocer al adquirir tu alberca.

  1. Respeta el tiempo de filtrado.

A veces nos ganan las ganas de entrar a la alberca, pero para que pueda ser usada primero debemos asegurarnos que el agua está correctamente filtrada, proceso que se lleva a cabo a través del bombeo del agua. Si no se completa el ciclo, el agua no recupera su calidad, y bueno, basta con revisar los anteriores 4 puntos para darse una de algunas consecuencias. Espera un poco, aplícate bronceador y pronto podrás disfrutarla al máximo.

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