Seguramente has escuchado en más de alguna ocasión sobre la lluvia ácida, y si bien el nombre mismo da a entender por qué debemos cuidarnos de ella, tanto la situación en la que se forma como sus efectos son más complejos de lo que uno imaginaría, situación que también aplica a las afectaciones que se generan con este fenómeno.
Como recordatorio básico, los elementos que participan en la formación de la lluvia ácida son la humedad del aire y las emanaciones nocivas de dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno, mismas que provienen de la combustión de productos derivados del petróleo. Al combinarse se genera ácido sulfúrico y ácidos nítricos, que regresan a la tierra mezclados con la lluvia.
Teniendo esto en cuenta podemos pasar a revisar los efectos específicos que causa este tipo de lluvia en nuestro entorno:
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Corrosión en superficies
Por su naturaleza, la lluvia ácida contiene elementos corrosivos, que dañan la superficie y recubrimiento de edificios, monumentos (especialmente los de mármol y piedra caliza), vehículos y objetos a la intemperie en general. Como ejemplo, puedes revisar la superficie de edificaciones viejas en tu localidad; notarás un cierto grado de erosión, en el que la lluvia ácida ha tenido participación
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Acidificación de cuerpos acuáticos
Al caer sobre el suelo, la lluvia ácida provoca una alteración en su composición y arrastra metales pesados hacia cuerpos como lagos, ríos y océanos, lo que altera su ph, aumenta su toxicidad y dificulta su utilización en general; en combinación con la acidificación que resulta de la absorción de carbono en el agua, los organismos acuáticos también son severamente afectados.
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Daños en vegetación
Relacionado con lo mencionado al inicio del punto anterior, la lluvia ácida altera la composición de la tierra, lo que provoca que vegetación en general absorba agua contaminada con metales pesados y en consecuencia su mala nutrición y crecimiento.
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Afectaciones en humanos
No nos iba a tocar salir limpios de esta situación: al regresar la lluvia ácida a la atmósfera por medio de la evaporación, corremos el riesgo de respirar gases contaminantes y padecer diversas enfermedades respiratorias.