Las cisternas prefabricadas llegaron para suplir a las antiguas cisternas que requerían una gran inversión de tiempo y mantenimiento.
Las de tipo prefabricado son la herramienta ideal para almacenar y proveer agua hasta lugares de difícil acceso de manera rápida, económica, segura e higiénica.
Además de garantizar el abasto, todos esos elementos hacen que el uso y consumo del líquido vital sea seguro para la salud de las personas que lo reciben, aspecto fundamental en el cumplimiento de la misión de las cisternas.
Hasta hace algunos años, para contar con una cisterna en casa era necesario adaptar una parte del terreno para excavar, encementar, impermeabilizar, esperar el secado de estos materiales para después instalar la cisterna y, además, construirle un techo y una tapa que le sirvieran como protección ante los rayos solares y sustancias del ambiente.
Aunque laboriosa, valía la pena llevar a cabo todo ese procedimiento, con el fin de garantizar la buena calidad del agua doméstica.
Hoy día no es necesario trabajar ni esperar tanto para empezar a disfrutar del abastecimiento de agua limpia y segura, gracias a que contamos con las cisternas prefabricadas.
¿Cómo mantengo limpia mi cisterna prefabricada?
Por su material de fabricación, el polietileno extra virgen, este tipo de cisternas garantizan la impermeabilidad e higiene que se requieren para almacenar agua. Aunque de origen son seguras y fáciles de usar, e incluso de instalar, existen algunas medidas de limpieza y desinfección que debes seguir para cuidar y prolongar la vida útil de tu cisterna, por ejemplo:
Programa una limpieza de cisterna por lo menos cada seis meses: Dos veces al año, es necesario vaciar por completo el contenido de tu cisterna para lavarla y tallarla con agua, jabón y cloro.
Desinfecta tres veces por semana el agua de la cisterna.
Para que el agua almacenada se mantenga en condiciones óptimas, realiza el siguiente procedimiento recomendado por autoridades de salud en México:
- A una botella de plástico grande, completamente limpia, hazle múltiples perforaciones pequeñas con un desarmador.
- Agrega a la botella una pastilla de hipoclorito de calcio en trocitos (no en polvo) por cada 1000 litros que tenga tu cisterna.
- Cierra la botella con su tapa.
- Amarra una cuerda tan larga como la profundidad de la cisterna a la boca de la botella, y una extensión adicional para amarrarla a un lado de la cisterna sin que sea un estorbo.
- Introduce la botella a la cisterna y deja que se llene de agua, hasta que se sumerja a la parte más profunda y quede la botella parada.
- Renueva la botella cada dos días si la cisterna es de 1000 litros, cada seis días, si es de 3000 litros y cada 10 días, si es de 5000 litros.
ciao
Como siempre me ha encantado la publicación, soy un leal fan
¡Muchas gracias por tu preferencia Laura!