La naturaleza tiene una manera de filtrar agua para mejorar su calidad y proteger el ecosistema de organismos nocivos:
La fitodepuración.
Este proceso se presenta cuando determinados conjuntos de plantas filtran el agua, liberándola de excesos contaminantes.
El proceso es tan natural y barato, que cada vez más empresarios en ramas como la agrícola utilizan este método para retirar contaminantes del agua que utilizan; todo en un espacio diseñado especialmente para este proceso, conocido como humedal, todo este en tanques industriales.
El principal objetivo de estos espacios es el de recrear condiciones ecológicas similares a las que se encuentran en cuerpos acuáticos en la naturaleza, e incluso, se han desarrollado métodos para que todo el proceso sea controlado.
A diferencia de los humedales naturales, los construidos por el hombre gozan del beneficio de ser flexibles, fáciles de instalar y controlables; además, se puede elegir especialmente el tipo de planta a usar en el proceso.
Para cumplir con su fin, los humedales actúan por medio de varios mecanismos de depuración, que a continuación te mencionamos:
- Eliminación de sólidos suspendidos, por medio de sedimentación, decantación, filtración y degradación, todo a través de las raíces y rizomas de las plantas.
- Eliminación de materia orgánica, por medio de microorganismos adheridos al sistema radicular de las plantas. En este proceso también participa la sedimentación.
- Eliminación de nitrógeno por medio de absorción directa de las plantas, así como por nitrificación-desnitrificación y amonificación por medio de bacterias.
- Eliminación de fósforo vía absorción por parte de las plantas y del suelo (suelos ácidos o con calcio)
- Eliminación de microorganismos patógenos por medio de filtración y absorción de partículas de arcilla, acción predatoria de diversos bacteriófagos y protozoos y por medio de antibióticos naturales, producidos por las raíces.
- Generación de metales traza, por medio de la absorción de las plantas.
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